SCHIARETTI PREPARA SU ASUNCIÓN AL PODER

El escenario político de la Provincia podría parodiarse rápidamente con la exitosa tira norteamericana de Los Simpsons: José Manuel “SR. Burns” De La Sota, está próximo a dejarle el poder a quien lo considera su amo y señor (sobre todo por la similitud en su oratoria, gestos y maneras de comportarse), Juan “Sr. Smithers” Schiaretti.

Schiaretti, cada día libera su camino hacia la asunción, ayudado por el silencio al que llamó el actual mandatario tras las elecciones del 2 de septiembre, y el cultivo del “culto por el silencio total” y cero prensa en épocas donde las cosas están complicadas, que parece, fue muy bien aprendido por su vice.

Además, con la actitud adoptada el miércoles pasado por el candidato del Frente Cívico y Social, Luis Juez, de retirar a sus fiscales del recuento definitivo en un claro gesto de disconformidad con la Justicia Provincial (que rechazó el pedido de anular las 600 mesas que presentaron irregularidades en los comicios) le hallana el camino a su rival.

Al denunciar públicamente un virtual acercamiento político entre los miembros del Tribunal Superior de Justicia y el oficialismo, Juez excava lentamente su tumba de aspiraciones a Gobernador, porque pese a que quizás no le quede otro remedio que la exposición mediática y los gestos para la hinchada, la gente comienza a olvidarse del proceso electoral y piensa en una Córdoba más pacífica, tras los constantes enfrentamientos entre el actual gobernador y el intendente.

De esta manera, el nombramiento del actual número 2 del Ejecutivo Provincial trae aires de renovación en cuanto a las relaciones y a la esperanza de regresar a los períodos donde existió el diálogo entre los poderes del municipio y el Gran Córdoba.

Si existió fraude o no realmente, quizás no lo sabremos nunca, pero como ciudadanos debemos confiar en el desempeño de la Jueza Electoral Marta Vidal, quien desarrolló el proceso en medio de polémicas, pero sin dudas, manteniendo firme sus convicciones.

Entonces, cuando finalicemos el año y levantemos las copas, además de pedir por trabajo y salud, tendremos la intención de vivir en una Córdoba mejor, más próspera y tranquila que el binomio Schiaretti – Giacomino quizás puedan brindar.